martes, 13 de enero de 2015

Ejercitándose en el metro



Tal vez con la intención de matar "dos pájaros de un sólo tiro", como diría por ahí el refrán, es que el Gobierno del Distrito Federal, aceptó este proyecto para la línea del metro número 12 en el que destaca su largo transbordo a la estación Atlalilco.

Pero Señor, señora, no se enoje, ¡tómelo con buena cara y aproveche este esfuerzo!. Para evitar que la "muina" se apodere de su distinguida persona, aquí le damos unas opciones para ver el lado bueno del transbordo.

Para empezar, déjeme le cuento que la línea 12 fue creada con el proyecto de 22 estaciones, sin embargo, hubo varios cambios durante su construcción que modificaron el proyecto original, por ejemplo: la estación Sur 69 se desvió por presiones de algunos vecinos que se veían afectados con la construcción y el paso constante del "gusano naranja". Pero esto no es todo, las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo anunciaron la cancelación de las estaciones Vía Láctea y Ganaderos debido a una serie de recomendaciones por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia. 

Por otro lado, en el cruce de la Calzada Ermita-Iztapalapa y la Av. Arneses se planeó construir la estación Axomulco (originalmente llamada Del Paso). La estación funcionaría como transbordo hacía la línea 8 Garibaldi-Constitución, para lo cual, también se tendría que construir una estación sobre el trazo de ésta. Sin embargo, la construcción de una estación sobre el trazo de la línea 8 implicaría el cierre de la línea por casi 6 meses, por tal motivo, se procedió a cancelar la estación Axomulco y únicamente construir una sola estación para efectuar el transbordo hacia la estación Atlalilco, la cual ya existe.

Así las cosas, y ya entrando en el tema, el transbordo de la tan citada y nombrada estación Atlalilco es de entre las líneas del metro el más largo. Pero, le insisto, no truene la boca desaprobando este infortunio, ni se arranqué los cabellos por la desesperación que le provoca diariamente la situación si es su ruta del diario, ¡sáquele provecho a estos pasillos!.

Pues mire que entre las líneas del metro había ya un transbordo largo: La Raza,  con casi un kilómetro de extensión. Pero, la marca la ha roto el nuevo transbordo de Atlalilco con entre 10 y 15 minutos de tiempo de Atlalilco dorado a Atlalilco verde obscuro, o si prefiere medirlo en distancia, es un kilómetro y medio de camino en los que usted se puede deleitar con grandes paredes de un blanco tipo diente de Jhonny Laboriel, acompañadas de bandas de transportación que fallan y sólo sirven para romper la monotonía de los pasillos y de adorno para los túneles estrechos semi iluminados y largos, largos como promesa de político, pero, le repito, no se desespere, pues con su kilómetro y medio cumple con aquella enmienda de activarnos a los mexicanos para realizar actividad física.

¡No lo piense más! Si es de los que toman esta ruta para llegar a su honorable oficina, tome su portafolios, bolso o laptop y váyanse a ejercitar, póngase debajo de su traje formal o traje sastre, un pans y échese una vuelta trotando por estos encantadores pasillos, respire el olor a polvo citadino, disfrute de los pasillos largos y aproveche la claustrofobia que genera el lugar  para romper su marca queriendo huir de ahí. 
Ahora que también puede tomar los caminadores que con suerte funcionen y que se han dispuesto en para acortar la distancia; súbase y camine en sentido contrario, haga fuerza con las piernas y ejercite esa pantorrilla entumida, ese músculo flácido y  caprichoso. Esta es una buena oportunidad para bajar esa "llantita" de tracktocamión y sacarle brillo a los tenis que le regalaron en sus quince años y no ha usado más que para ir al mercado por las carnitas el domingo.

Ya entrados en confianza, quien quita y al ver los transbordes tan recurridos y demandados, con el tiempo tal vez pueda usarse de ciclopista y pueda andar feliz de explorar tanta libertad lejos del ruido de las avenidas y los molestos cláxones de los autos sonando para apurar al imprudente transeúnte que no anda en un auto.

Ahora, para aquellos que aún les molesta que los fines de semana permanezca cerrada una parte de reforma, hay que proponerle al GDF que organice en estos transbordes sus eventos en bici, patines, patinetas que al fin, con ese piso liso y sus largos pasillos nadie extrañará el ajetreo que produce el asfalto ni los semáforos deteniendo la marcha del amable ciclista.



Así qué no se quede con las ganas, ajuste su faja y a correr por el transborde Atlalico. 






Si lo piensa, incluso puede funcionar tan bien, que las autoridades podrían ampliar los transbordos y proponer más, lo que significaría más actividad física, más mexicanos ejercitándose mientras se desplazan a su trabajo o a visitar al pariente, y por lo tanto, nuevas marcas mundiales y medallas en las próximas olimpiadas. Así que bajo la lógica de nuestras autoridades siempre tan oportuna y exacta, seguro podrán pensar en un transborde Cuatro Caminos-Indios Verdes o un Pantitlan-El Rosario. No suena mal eh. 
                                                                         


Quite esa mala cara, ese "chin" de la "buchaca" y vámonos a correr antes de que la hora pico llene esos espacios de usuarios apresurados y nos impida disfrutar de ese perfecto "pasillismo"